El plato de mi vida son las torrijas de vino remojadas en almíbar, es el plato que hacía mi abuela (entre otros muchos y muy buenos), y que he intentado hacer ya que tengo la receta, pero no me salen como el recuerdo que tengo; imagino que sería porque lo recuerdo como unas fechas muy hogareñas y familiares, lleno de olores y sabores toda la familia junta y eso quieras que no, hace que todo esté buenísimo haciéndolo además una gran persona y mejor cocinera, lástima que no escribiera un libro de recetas, hubiera ganado muchos premios