Todo se me ocurrió un domingo en el que me levanté con muchas ganas de una lasaña. Todos los supermercados estaban cerrados al ser domingo y yo en casa no tenia los ingredientes adecuados para hacerla, así que me puse a pensar y la hice con patatas cortadas muy finitas. Al probarla me encanto su sabor, la patata le da un toque delicioso a la vez que verdaderamente interesante. Desde entonces en mi casa la única lasaña que se cocina es esta. De hecho en mi familia le he dado a probar a todos y todos los fines de semana me llaman para que les prepare una.