Este es un plato sencillo pero que encierra todo el sabor de unas verduras de huerto casero (el de mi madre ) pochaditas a fuego lento, con un huevo de corral cascado encima y llevada al horno con un buen queso zamorano semicurado rallado por encima. No se me ocurre mayor placer que disfrutar este plato una tarde noche de septiembre cuando los tomates y los pimientos están en su punto y mejor si es con buena compañía , una rebanada de pan casero y una copita de un buen vino tinto. Me trasporta a mi infancia cuando mi madre preparaba este plato y me ponía a mojar en el huevo hasta que no quedaba yema. Ayyyy que haríamos sin estos preciosos recuerdos.......