Recetas gourmet

No hace falta que sea un día especial para disfrutar de estos fantásticos solomillos al cava. Siguiendo esta receta la carne queda jugosa hecha en esa magnífica salsa de cava y nata. Yo en cuanto puedo, la hago. Se sazonan y espolvorean de pimienta negra recién molida los solomillos partidos en porciones de unos 5 centímetros de grosor, y se doran en una cazuela con un chorro de aceite de oliva y con los ajos enteros pelados. Cuando el solomillo esté dorado, al igual que el ajo, se añaden los champiñones. Se sazona y se saltea.

Ingredientes:

1 lomo de bacalao al punto de sal (200 gramos más o menos)

225 gramos de harina

275-300 gramos de cerveza

Patatas para freír

Aceite de girasol para freír

250 ml de aceite de girasol (alioli)

100-200 gramos de guisantes congelados

Un vaso de caldo de ave casero

Sal y pimienta

Pimentón de la vera

2 dientes de ajo

400 ml de aceite de oliva (para confitar)

Las torrijas de Semana Santa se modernizan. En esta receta fácil se actualizan y suavizan tanto, que querrás comerlas durante todo el año.

Paso 1:

En primer lugar, con la ayuda de un pelador o un cuchillo, y con mucho cuidado, saca la cáscara del limón y de la naranja. Intenta desechar la parte blanca  de la cáscara, dado que amarga mucho, y podría echar a perder tu postre.

Paso 2:

Una receta fácil, moderna e irresistible para brillar en cualquier celebración. Aquí, el rey de los mares –el atún- se alía con el bacón, y ambos se dulcifican con una mermelada sorprendente.

Paso 1:

Corta la cebolla en una juliana fina, es decir, en plumas finas. Ponlas en una cazuela con la mantequilla y el ajo entero a fuego suave para que sude.

Paso 2:

El pato asado a la naranja es una de las formas más tradicionales de preparar esta ave de fuerte sabor. Es una combinación de sabores, la intensidad del sabor de la carne de pato con el dulzor y acidez de la naranja, estupenda y que a casi todo el mundo encanta.

Esta tosta de salmón y caviar, por la calidad de sus productos, es de un nivel superior, es algo exquisito. Yo no me puedo permitir hacerlas siempre porque no me da la economía pero, cada vez que puedo, ahí voy.
Se baten en un cuenco los huevos y se le añade la nata removiendo bien para que se integre por completo. Una vez lista, se añade la sal y se reserva.