Torrija con helado
Comerse una torrija con helado es un placer de la vida que parece que solo se puede hacer en Pascua, pero no.
Hay que cortar el pan duro en rebanadas más o menos gruesas, dependiendo de cómo se quieran las torrijas, y colocarlas en una fuente más o menos honda.
Lemon Pie
Cocinar con corazón y con cariño, es el secreto menos guardado y que más tenemos al alcance todos en nuestros días. Hay que dejar fluir el sentimiento que tienes dentro, y el motivo que te ha inspirado a crear o hacer esa receta en ese momento, y sin apenas darte cuenta puedes convertir el plato más sencillo, en un manjar para dioses.
Canapés de camembert asado con higos y salsa de mostaza
Estos canapés de camembert asado con higos y salsa de mostaza vienen de una receta que me dio una amiga, aunque algo cambiada.
Tenemos que cortar el queso camembert en rodajas que queden a nuestro gusto, y colocarlas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Bañamos el queso con un poquito de aceite y lo asamos unos minutos en el horno a 150º.
Cortamos los higos, previamente lavados, y los reservamos. Para hacer la salsa de mostaza colocamos en un bol una cucharadita de ésta y la mezclamos con la cucharadita de miel y el zumo de medio limón.
Puerros horneados
Los puerros horneados vienen muy bien cuando se quiere hacer una cena más bien ligerita, algo que no lleve mucha complicación y que alimente. Yo siempre intento hacer muchas recetas de este estilo porque, al final, es lo más práctico en el día a día se te quieres alimentar bien.
Primero hay que calentar el horno a 180° para así tenerlo preparado.
Los puerros se deben cocer en una cacerola con agua hirviendo y un poco de sal al gusto hasta que estén tiernos. Además, hay que agregar a la cacerola el jugo de limón para que cojan el gusto.
Salmón al horno con verduras
El salmón al horno con verduras debería ser un plato obligado por lo menos una vez a la semana porque está buenísimo y alimenta mucho. EL pescado es fundamental en la dieta diaria, y este tiene mucho sabor, así que apúntate la receta.
Hay que sofreír las verduras en una sartén con un poco de aceite bien caliente y muy picaditas, y dejarlas hasta que estén pochaditas.
Arroz con leche y limón
Este arroz con leche y limón tiene un toque ácido que no se nota demasiado pero que le da la diferencia del normal. A mí me gusta utilizar el limón en general para dulce y salado, a veces también la lima, por lo que intento siempre tenerlo a mano.
Flan con crema
Para hacer este flan con crema hay que tener muchas ganas de comerlo después y nada más, porque complicado no es.
Para hacer el caramelo hay que poner en un cazo el azúcar y el agua, y dejarlo a fuego más bien bajo para que no se queme. Cuando empiece a tomar color dorado, se gira la olla haciendo movimientos en redondo en vez de meter ningún utensilio para que no se cristalice.
Kebbe
El kebbe es comida nigeriana y están riquísimos. Me suele gustar preparar comida africana porque creo que es muy sabrosa y que alimenta mucho y bien.
Hay que triturar bien la carne vacuna, el trigo, la cebolla, el pimiento rojo, y añadir la pimienta, las hojas de menta picadas, la sal y el aceite de oliva. Todo ello se mezcla con un poco de jugo de limón y se amasa con las manos, como para hacer albóndigas.
Para hacer el relleno de los kebbe, hay que dorar en una sartén la cebolla bien picada y añadir las nueces.
Pollo al chimichurri
El pollo al chimichurri es una de las formas más sabrosas que os puedo contar para hacer este tipo de carne blanca. ¡A ver si os gusta!
Para preparar el chimichurri hay que mezclar en un bol los tres dientes de ajo machacados, el ají, el perejil, el pimentón, la pimienta, el orégano, el aceite y el zumo de un limón.
Una vez lista la salsa chimichurri, se abre el pollo y se baña por dentro con ella. Así mismo, se coloca en una fuente un poco honda y se mete en el horno a unos 170º durante una hora más o menos.
Pierna de cerdo
Esta pierna de cerdo es conveniente hacerla cuando se puede comer entre varios porque da para mucho y, además, porque merece la pena.
Se le hacen que hacer cortes en la pierna de cerdo lo más profundos que se pueda sin llegar a dañarla. En una fuente grande se coloca la pierna y se echa agua hasta cubrirla. Entonces, se saca la pierna y se añade la sal y el huevo. Se mete de nuevo la pierna y se deja un par de días en la nevera macerándose para que coja sabor.