Pastel de café

Puede que este pastel de café sea uno de nuestros preferidos en casa. Es fácil de hacer y el sabor que tienen es delicioso. No lo comemos a menudo, ya que no es bueno abusar del azúcar, pero de vez en cuando permitirte un capricho de estos hace que la vida se vea de otro color.

Para hacer el pastel lo primero que hacemos es tamizar la harina junto con el bicarbonato de sodio, la nuez moscada y el café. Con la otra taza de harina, espolvoreamos las frutas escarchadas, las pasas y las nueces.
Aparte en otro bol batimos los huevos, la mantequilla y la leche condensada. Mezclamos los ingredientes secos y los húmedos hasta obtener una masa homogénea, y le agregamos el puré de manzana y la vainilla. Seguimos mezclando hasta integrar del todo.
Hecha la masa del pastel, vamos a engrasar un molde con un poco de mantequilla y le espolvoreamos después con un poco de harina. Vertemos en el la masa y se mete al horno durante 1 hora a una temperatura de unos 180º centígrados. Pasado este tiempo lo sacamos del horno y se deja enfriar.
Mientras se enfría el bizcocho, preparamos el envinado con lo que vamos a emborracharlo. Para ello en una cazuela calentamos el agua junto con la canela y el clavo. Cuando rompa el hervor lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe. Añadimos el brandy y envine el pastel.
Decoramos el pastel de café con una capa de nata montada con un poco de azúcar, unas cerezas al licor y unas virutas de chocolate.

El enharinar las frutas y los frutos secos se hace para que a la hora de cocinarse el pastel en el horno, se queden repartidas por toda la masa u no caigan al fondo, cosa que sucedería si no se enharinasen.