Como buena gallega los grelos han formado parte de toda mi vida. Es una verdura que me encanta, y ahora que las circunstancias me alejaron de mi tierra suelo hacer múltiples platos con ellos, desde croquetas hasta esta deliciosa tarta de falso hojaldre rellena de grelos. Está buenísima, y como se puede tomar caliente, templada o fría la puedes preparar con antelación para disfrutar de ella cuando queráis.
Colocar la harina en un cuenco grande y agregarle la sal y el resto de especias.
Trocear muy pequeña la mantequilla y agregar a los ingredientes del cuenco.
Trabajar de inmediato con espátula e ir agregando agua para mezclar los ingredientes hasta forma una masa. Trabajar ligeramente con las manos.
Pasar la masa a una superficie con poquita harina y estirarla formando un rectángulo largo. Doblar la masa sobre sí misma plegando tres veces. Presionar un poquito con el rodillo de amasar para sellar la masa y llevar a la nevera durante media hora.
Para preparar el relleno tenemos que picar bien la verdura. Colocar unas cucharadas de aceite en una sartén y sofreír la cebolla picada y el ajo picadito. Agregar la verdura y pochar unos minutos a fuego fuerte.
Retirar del fuego, condimentar a gusto y agregar el queso.
Sacar la masa de la nevera partirla y estirar. Yo suelo poner directamente el relleno sobre ella y luego enrollar, pero también puedes hacerlo en forma de empanada, partiendo la masa en dos y colocar una parte encima de un molde, sobre la que echamos el relleno encima, los huevos partidos en dos o tres y cubrimos con la otra masa. Con los restos hacer algún adorno.
Meter en horno precalentado a 180 º C hasta que la masa esté dorada.
En el caso de que no tengáis ganas de hacer la masa siempre podéis comprar una para empanados u hojaldre.