Tallarines con almejas

Comer pasta es un verdadero placer… es nutritiva, gusta a todo el mundo, y sobre todo, ¡es tan versátil!  En este caso los tallarines se alían con el sabor del mar y con productos tan mediterráneos como el ajo y el aceite de oliva virgen. Los tallarines con almejas son además una receta muy fácil de elaborar y, al mismo tiempo, muy sabrosa.

Paso 1:

Acerca una olla con abundante agua al fuego y tapa para que se caliente antes. Cuando rompa a hervir introduce los tallarines sin romperlos, un poco de sal y un poco de aceite. Lo ideal para no romperlos pero que entren todos en la cacerola casi a la vez es, una vez que los coloques en la olla, empuja los extremos que se han quedado fuera con una cuchara de madera. En un santiamén estará toda la pasta en el agua. Cuece según las indicaciones del fabricante, aunque, de media, en unos 7 o 10 minutos la pasta estará lista.

Paso 2:

Mientras cuece la pasta, pica menudo el perejil y ralla la cáscara del limón, con cuidado de no llegar hasta la parte blanca, que es amarga. Reserva.

Paso 3:

Escurre la pasta cuando esté al dente y rocía con aceite de oliva para que no se peguen los tallarines entre sí. Resérvalos tapados.

Paso 4:

Pica menudo el ajo y las chalotas. La guindilla, por su parte, córtala en aritos. Sofríe estos tres elementos en un cazo grande a fuego suave, con un chorrito de aceite, durante, aproximadamente 6 minutos, o hasta que los veas hechos. En ese momento, agrega el vino y deja evaporar el alcohol y cocina unos dos minutos.

Paso 5:

Agrega las almejas, tapa el cazo y cocina hasta que se abran, desechando luego aquellas que no se abran o que estén rotas. Es importante desechar estas almejas porque podrían estar no estar buenas.

Paso 6:

Una vez que se hayan abierto las almejas, agrega los tallarines, el perejil picado (reservando un poquito para adornar al final), la ralladura del limón y 2 cucharadas de aceite. Da una vueltas a todo el conjunto durante un par de minutos, ya con el fuego apagado, o al mínimo. Rectifica de sal y pimienta si es necesario al gusto.

Presentación:

Sirve tu delicioso plato de pasta inmediatamente, colocando alguna de las almejas por encima y espolvoreando con el perejil que has reservado.

Consejo:

Es muy importante que las almejas estén bien limpias, porque resulta muy desagradable la sensación de masticar tierra. En general, las almejas que venden congeladas ya están limpias, pero puedes asegurarte de que no queda ni pizca de tierra si las sumerges en agua fresca con sal durante un buen rato. Esta operación es imprescindible si las compras frescas.

Alternativa:

Puedes sustituir las almejas por chirlas o por mejillones… o mejor aún, prepararlos con estos tres ingredientes y hacer unos deliciosos tallarines a la marinera. En este caso también le irá muy bien un poquito de salsa tomate.