Una sopita caliente y reconfortante…. pero rápida de hacer. Tiene el inconfundible sabor de un guiso tradicional… gracias al pimentón y al ajo, tiene también la gracia y el sabor de llevar bacón, pero al mismo tiempo no una sopa excesivamente fuerte, pesada o calórica. ¿Qué más se puede pedir?
Paso 1:
Quítale las primeras hojas al repollo, las que están un poco más verdes, para dejar solo la parte interior, más blanquita. Lávalo y pícalo en una juliana gordita.
Paso 2:
Pela y pica el ajo bien finito. Pela la patata y córtala en trozos grandes.
Paso 3:
Pon un poco de aceite en una olla y sofríe el ajo, el bacón y el repollo con un poco de sal durante 5 mintos. Añade el pimentón y cocina durante un minuto más.
Paso 4:
Añade el caldo y las patatas. Corrige de sal y cuece hasta que el repollo y las patatas estén tiernas.
Presentación:
Sirve tu sopa bien caliente, en pequeños cuencos individuales, adorna con unas hojitas de perejil… y acompáñala con un poco de pan rústico.
Sugerencia:
Utiliza en esta receta como base de tu sopa el 'Caldo de pollo' marca DIA. Es suave, natural y de la mejor calidad. Ahorrarás mucho tiempo.