Bueno, la sopa de espinacas con alubias nunca fue mi plato preferido cuando era pequeña, pero ahora suelo hacerlo a menudo porque considero que alimenta bastante y ayuda a pasar el invierno en unas condiciones un poco mejores. Así que si tú también vives en una zona fría, esta receta es perfecta.
Pelamos y picamos la cebolla en trocitos pequeños, y la freímos en una sartén con aceite de oliva. Cuando esté pochadita y coja el color adecuado, la sacamos de la sartén y la escurrimos bien del aceite innecesario.
En una cazuela aparte echamos agua y sal, y la ponemos en el fuego. Añadimos las alubias, las espinacas, previamente limpiadas y cortadas a trocitos, la cebolla frita a nuestro gusto y el colorante. Lo dejamos hervir 1 hora a fuego lento.
Pasado este tiempo y con el caldo reducido, ya podemos servirlo. Estas alubias con espinacas están mejor con un poco de queso para acompañar, que se puede servir aparte por si no gusta a todo el mundo.