Receta típica tanto de la cultura árabe como de la judía, la shakshuka también es emblema absoluto de cocina mediterránea. Todos tienen su versión: israelíes, magrebíes, libios, tunecinos, egipcios… pero todo son versiones de una combinación que para nuestros paladares no resultará nada ajena: huevos con tomates, pimientos rojos y un toque de picante. Es un plato que, además, puedes adaptar a tu paladar si no te entusiasma el picante y seguirá resultando sabroso.
Paso 1:
Lava los pimientos, pártelos por la mitad y retírales las semillas. Córtalos en juliana gruesa, esto es, en tiras anchas.
Paso 2:
Pela los ajos y pícalos en brunoise, esto es, en cubitos diminutos. Has lo mismo con la guindilla después de abrirla y retirarle las semillas.
Paso 3:
Escoge tomates bien rojos y maduros. Prepara una olla con agua hirviendo y un puñado de sal y un recipiente con agua y hielo. Haz un corte en forma de cruz en la base de los tomates y escáldalos en el agua en ebullición durante un minuto. Cuando los retires, sumérgelos en el agua con hielo hasta que pierdan calor. Después, pélalos; verás cómo la piel se retira casi sola. Abre los tomates por la mitad, retira las semillas y corta la carne en cubos.
Paso 4:
Escurre las aceitunas negras y córtalas en láminas. Resérvalas.
Paso 5:
Echa un poco de aceite de oliva en una sartén ancha (o cazuela grande y baja) y ponla a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, saltea los ajos y las guindillas picados.
Paso 6:
En el momento en que el ajo haya adquirido un leve tono dorado, echa los pimientos cortados en tiras a la sartén junto al comino y rehógalos hasta que estén tiernos.
Paso 7:
Añade el tomate junto al pimentón, baja un poco el fuego y deja que se deshagan, removiendo frecuentemente.
Paso 8:
Cuando hayas obtenido una salsa de la que se haya evaporado el exceso de agua pero que no resulte muy espesa, pon a punto de sal y pimienta y, acto seguido, abre huecos con una espátula de silicona en la salsa y vierte los huevos en los agujeros. Tapa la sartén, baja el fuego y deja que se cocinen aproximadamente cinco minutos o hasta que la clara haya cuajado pero la yema se mantenga semilíquida.
Paso 9:
Retira la sartén del fuego y esparce aceitunas negras por encima.
Presentación:
Puedes servir tu shakshuka en la misma sartén donde la has cocinado y permitir que cada comensal se reserve su ración.
Sugerencia:
Las aceitunas negras de DIA ofrecen un sabor delicado y suculento perfecto para tu shakshuka. No dejes de contar con ellas para llevar a cabo esta exótica receta.
Alternativas:
Si no consigues tomates en la sazón adecuada, utiliza una lata de tomates en conserva o directamente de tomate triturado. Si bien el sabor no será exactamente el mismo, también ahorrarás tiempo a la hora de elaborar esta shakshuka.
En Demos la vuelta al día: La cocina de las 1.001 noches: gastronomía arabe
En Demos la vuelta al día: 7 curiosidades sobre el falafel