Salsa a la pimienta
- Pimienta negra en grano (1 cucharilla)
- Pimienta blanca (media cucharilla -en grano-)
- Pimienta rosa (media cucharilla -en grano-)
- Mantequilla (1 nuez)
- Cebolla (media)
- Vino blanco (65 ml.)
- Nata para cocinar (75 ml.)
- Caldo de carne (100 ml.)
- Sal
- Pimienta negra en grano (1 cucharada)
- Pimienta blanca (1 cucharilla -en grano-)
- Pimienta rosa (1 cucharilla -en grano-)
- Mantequilla (1 nuez)
- Cebolla (1 ud.)
- Vino blanco (125 ml.)
- Nata para cocinar (150 ml.)
- Caldo de carne (200 ml.)
- Sal
- Pimienta negra en grano (1 cucharada colmada)
- Pimienta blanca (1 cucharada -en grano-)
- Pimienta rosa (1 cucharada -en grano-)
- Mantequilla (1 nuez)
- Cebolla (una y media)
- Vino blanco (190 ml.)
- Nata para cocinar (225 ml.)
- Caldo de carne (300 ml.)
- Sal
Una salsa sencilla y rápida de preparar ideal para acompañar tus platos de carne, especialmente carnes a la brasa o filetes a la plancha. Claro, que también puedes utilizar esta salsa con pastas y otras recetas. ¡No te la pierdas!
Paso 1:
Machaca en un mortero las pimientas de manera que queden algunos trocitos, es decir, queremos los granos rotos, pero no molidos. Aparte, pica muy fina la cebolla
Paso 2:
Saltea en una sartén o cazo la cebolla picada con la mantequilla. Debes hacerlo a fuego suave para evitar que se quema la mantequilla.
Paso 3:
Cuando la cebolla esté tierna, pasados unos 6 u 8 minutos, añade el vino blanco y sube el fuego. Deja que vaya cociendo hasta que prácticamente se haya evaporado todo el líquido.
Paso 4:
Añade el caldo y la nata, corrige el punto de sal y deja reducir hasta obtener la textura deseada… que deberá ser una salsa espesa.
