Salsa de chocolate

Para acompañar muchos de nuestros dulces, lo solemos hacer con salsa de chocolate. Y sea para un bizcocho, una tarta de queso o incluso para frutas ya que supone el acompañamiento perfecto. La que ahora te presento es una salsa de chocolate buenísima para estos fines. El toque de miel le da un sabor especial que encanta a todo el mundo. Es fácil de hacer y su sabor es inmejorable.
Comenzamos poniendo en un cazo el agua, azúcar, la miel y el cacao a fuego medio. Mientras se está calentando, remover bien para evitar grumos. Lo mejor es hacer esto con unas varillas, aunque si no tienes con una cuchara nos valdrá también.
En el momento en que empiece a hervir la salsa, subir el fuego para reducirla un poco, removiéndola todo el tiempo.
Cuando haya adquirido el espesor deseado, la retiramos del fuego y echamos el chocolate puro deshecho en trocitos muy pequeñitos. Removeremos hasta que se funda.
Con la salsa ya hecha sólo nos queda verterla en un bol, dejar que se enfríe y meter en la nevera durante unas horas para que se espese un poco. Lo bueno de esta salsa de chocolate es que se puede conservar durante unos días en el frigorífico y en el momento en que vayamos a usarla sólo hay que sacarla del frío, calentar y listo.

Un truco para si quieres que la salsa de chocolate sea un poco más espesa, es que añadas un poco de maicena disuelta en agua o un poquito de leche y se lo añadas cuando aún se esté calentando. Usa maicena mejor que harina ya que la harina le puede dar cierto sabor a crudo.