Las rosquillas tradicionales de anís dulce son una merienda clásica de visita a casa de la abuela. Un plato desportillado de loza blanca con un buen montículo de rosquillas y un café con leche al lado es todo lo que hace falta para rememorar una buena tarde de las de antaño. O puedes actualizar la vajilla y la bebida, pero no cambies ni un ingrediente de estas encantadoras rosquillas tradicionales vintage.
Paso 1:
En un recipiente, mezcla el aceite, el anís dulce y el azúcar hasta obtener una pasta homogénea.
Paso 2:
Casca los huevos en una superficie diferente al recipiente en el que los vas a echar y agrégalos uno a uno a la mezcla, batiendo enérgicamente después de añadir uno hasta que se integre perfectamente.
Paso 3:
Tamiza la harina y la levadura haciéndolas pasar a través de un colador de malla fina. Ayúdate con una cuchara o simplemente da golpes secos con el colador hasta que todo el polvo lo haya traspasado.
Paso 4:
Agrega poco a poco los ingredientes secos a la mezcla de anís, aceite y azúcar. Remueve muy bien durante todo el proceso para que los ingredientes se integren uniformemente. Cuando obtengas una masa homogénea, tápala y déjala reposar 10 minutos.
Paso 5:
Coge porciones de masa, moldéalas en forma de cilindro y une sus extremos. Da forma a todas las futuras rosquillas tradicionales que te permita la cantidad de masa de la que dispones.
Paso 6:
Calienta abundante aceite de girasol en una sartén o cazo. Cuando haya alcanzado una temperatura lo suficientemente elevada como para freír, comienza a echar las rosquillas en tandas poco numerosas para no hacer descender la temperatura del aceite. Fríelas hasta que tus rosquillas tradicionales alcancen un bonito color dorado. Una vez hechas, trasládalas a un plato cubierto con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite. Cuando las tengas todas, rebózalas en azúcar.
Presentación:
Sirve tus rosquillas tradicionales recién hechas, tibias o ya frías: ¡estarán igual de buenas!.
Sugerencia:
Si quieres garantizarte una fritura que no quede grasienta ni aporte sabores indeseados, utiliza el aceite de girasol de DIA. Su calidad es una garantía de éxito. Tus rosquillas tradicionales quedarán perfectas.
En Demos la vuelta al día: Como hacer crepes: trucos y consejos
En Demos la vuelta al día: 5 claves para una hamburguesa 10
En Demos la vuelta al día: Como hacer la torrija perfecta: 5 claves de éxito