¡Este risotto de espinacas tiene completamente conquistado mi paladar! ¿Cómo puede estar tan bueno? Pues aquí tenéis mi receta, bastante mejorada con respecto a la primera vez.
Se prepara una cacerola en el fuego con agua y un poco de sal al gusto, y se cuecen las espinacas un par de minutos o tres. Una vez listas, se escurren y se reservan.
Colocar una cacerola en el fuego con un poco de aceite y, cuando esté bien caliente, se pone a dorar la cebolla. Cuando cambie de color, se echan las espinacas a la cacerola y se rehogan. Pasado un minutillo, se añade el arroz, se rehoga un poquito y se echa medio vasito de vino blanco.
Una vez se ha evaporado el alcohol, se va añadiendo poco a poco el caldo de verduras, ya caliente. Se remueve bien y se sigue añadiendo según se va consumiendo. Cuando se haya utilizado la mitad del caldo, se añade la sal, la nuez moscada y la pimienta al gusto, y se sigue añadiendo el resto.
Cuando el arroz empiece a estar listo, se añade el queso parmesano rallado al risotto con las espinacas, y se remueve bien hasta que quede meloso.