Un plato que siempre pido cada vez que voy al restaurante de mis tíos, es su revuelto de espárragos trigueros que tanto me gusta. Mira que es fácil, a primera vista, el elaborarlo pero por más que lo he intentando nunca he conseguido darle este sabor que ellos le dan. Hace unos días mis tíos me dieron la receta y con ella también el permiso de publicarla, así que aquí está. Espero que lo elaboréis en casa y os guste tanto como a mí me gusta.
En primer lugar hay que lavar los espárragos, desechar la parte más dura del tallo y cortarlos en trozos pequeños (1 cm más o menos).
Después hay que poner un poco de aceite en la sartén y empezaremos a sofreír los espárragos a fuego medio, teniendo mucho cuidado de que no se quemen. Si es preciso, bajaremos el fuego.
A continuación y cuando ya estén casi, añadiremos las gambitas bien escurridas. Seguidamente vamos a remover y cuando lleven unos minutos, añadiremos una pizca de sal.
Ahora, hay que batir los huevos y añadirles el chorrito de leche, un pellizco de sal, un poco de pimienta y volver a batir todo hasta integrar los ingredientes bien.
Luego vamos a verter el huevo en la sartén e iremos removiéndolo a fuego lento hasta que el huevo cuaje.
Finalmente, el huevo no debe quedar muy seco y cuando consigamos esa textura, retiraremos y emplataremos el revuelto de espárragos trigueros.
Lo serviremos caliente.
¡Buen provecho!