Uno de los mejores entrantes que he probado en mi vida, el queso rebozado. ¿Cómo puede estar eso tan bueno? Ya le he pillado el truco a hacerlo y me gustaría compartirlo porque os va a encantar.
Cortamos el queso que hayamos elegido en trozos de un centímetro aproximadamente y lo dejo encima de la tabla. Mientras preparo en un plato un huevo y lo bato, y en otro pan rallado.
Cojo una sartén y poco aceite a calentar. Paso cada trozo de aceite por el plato del huevo y del pan rallado, en ese orden, y los echo a la sartén. Los frío hasta que cogen el color que a mí me gusta, que no es muy dorado, y los saco a un plato con papel absorbente de cocina para que suelte aceite.
Cuando lo sirvamos, les echamos miel por encima y están riquísimos.