Quesada sencilla

Un postre tradicional, sabroso y tan tan fácil que su receta se resume en tres sencillos pasos, en solo unos minutos de preparación y en un ratito de horneado. Disfruta de una textura cremosa y aromática y dale tu toque con canela y limón, como hacen habitualmente en Cantabria, de donde es originario esta quesada sencilla. Junto a los sobaos pasiegos, son el emblema de esta comunidad (en cuanto a repostería se refiere…), y se han hecho tan famosos que ya puedes encontrarlos en cualquier lugar. Y, por supuesto, también puedes prepararlo en casa ¡Manos a la obra!

Paso 1:

Pon a precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Si usas horno con ventilados recuerda que las cocciones se suelen acortar un poco.

Paso 2:

Utiliza para hacer tu mezcla un robot de cocina o una batidora con un bol o vaso amplio. Tan solo tienes que mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una textura homogénea. Para que te sea más fácil te damos dos consejos: tamiza la harina (pásalo por un colador o tamiz de traza fina para que se aireé y evitarás que queden grumos) y trabaja con los ingredientes a temperatura ambiente (saca los huevos y, sobre todo, la mantequilla un buen rato antes de la nevera. Si se te ha olvidado puedes calentarla un poco en el microondas y removerla con un tenedor, pero con cuidado de no pasarte porque se puede fundir si te descuidas). Remueve y comprueba que tu mezcla tiene una textura fina y ligera tras batir a potencia media unos minutos.

Paso 3:

Busca un molde para horno en el que puedas poner tu quesada. Para un tamaño medio sería aconsejable un molde redondo de unos 25 centímetros de diámetro. Engrasa tu molde con un poco de mantequilla y vierte en él la mezcla. Cuando el horno ya esté caliente, mete tu quesada y hornea durante unos 30-40 minutos. Siempre se dice que cada horno es un mundo…por eso lo mejor es que, antes de sacarla, compruebes que pinchando tu quesada con un cuchillo fino la punta de éste sale limpia.

Presentación:

Sirve tu quesada sencilla en una fuente o plato grande cuando ya se haya enfriado. Decora con unas hojas de menta y acompaña con fruta fresca, nata o mermelada. Será un postre delicioso, y más ligero que la tradicional tarta de queso, que se suele elaborar con otros quesos con más grasa. ¡Qué lo disfrutes!

Truco:

Puedes aromatizar tu mezcla con un poquito de canela en polvo o una cucharita de naranja o limón rallado. Más aromas para disfrutar de este postre único.

Cuando saques tu quesada del horno deja reposar unos minutos en el horno y después deja que se atempere sobre una rejilla. Si no la consumes en el mismo día lo mejor es que la reserves en el frigorífico.  

Sugerencia:

El queso es todo un aliado para los amantes de la repostería, especialmente el queso cremoso y los quesitos en porciones con los que elaboramos nuestros postres en Demos la vuelta al día. Por eso te aconsejamos que pruebes los de marca DIA, seleccionados de los mejoresproveedores. A nosotros nos quedan de rechupete, ¿y a ti?

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