En España que tenemos unos inviernos muy muy fríos. Cuando llegan esos días de tantísimo frío, donde no apetece salir ni a la ventana, no hay nada que más me guste que preparar un riquísimo y calentito puré de patata y pechugas empanadas. Es un plato muy sano, ya que el aporte calórico, a pesar de las patatas, sigue siendo bajo, reconfortante y muy muy fácil y rápido de hacer.
Lo primero que haremos será poner las patatas a hervir con piel, solo lavadas y a hervir. Después y cuando el agua rompa echaremos un poquito de aceite de oliva y un poquito de sal. Y dejaremos hasta que estén muy blandas.
Mientras batiremos unos huevos y pondremos perejil, sal, y las pechugas. Lo dejaremos que coja el gusto del huevo. A continuación y cuando ya han estado como 10 - 15 minutos, las pasaremos por pan rallado y freiremos en la sartén con aceite muy caliente.
Seguidamente, freiremos las pechugas y las patatas, y cuando se hayan hecho, las escurriremos y pondremos en agua muy fría para despegar la piel. Luego las pelaremos, las chafaremos en un plato con el tenedor y pondremos en la olla con la leche.
Con el fuego muy bajo vamos moviendo el puré para que no se hagan pegotes y echaremos un poquito más de sal y nuez moscada, si queda muy espeso añadiremos un chorrito más de leche.
Finalmente y cuando ya tenemos las pechugas pasadas por la sartén, las colocaremos en el puré y... ¡perfecto para disfrutar de un clásico de mi infancia!
¡Que aproveche!