Polos de yogur y fresa

Si hay algo que nos lleve directamente a la infancia eso son los polos. A mí siempre me han gustado más que los helados, ya que me parecen mucho más refrescantes. Procuro siempre tener alguno hecho en la nevera, en especial estos polos de yogurt y fresa que me vuelven loca. Son muy fáciles de hacer y apenas engordan, lo que le da una clara ventaja frente a los helados.

En un cuenco, vamos a incorporar el yogur y el azúcar, batir todo junto hasta estar bien mezclado y reservar. En otro cuenco aparte se pone a batir la fruta, junto con la leche y el azúcar glas y se reserva.
Preparar ahora 12 moldes especiales para polos, mezclar de forma desigual el yogurt junto con la fruta batida y verter en los moldes. Hecho esto hay que llevarlos al congelador durante al menos 1 hora.
Pasado este tiempo sacar del congelador los polos e introducir en cada polo un palo de madera, tras lo que se vuelven a llevar al congelador hasta que cuajen completamente.
Antes de consumir los polos de yogur y fresa los hay que desmoldar en una fuente de cristal que previamente ha sido enfriada en la nevera.

Si les queréis hacer más ligeros, y que engorden menos, podéis sustituir el azúcar por algún edulcorante, si es natural mejor, y los yogures en lugar de enteros usarles desnatados.
Yo en esta ocasión los he hecho de fresa, pero vosotros los podeis hacerde la fruta que más os guste o apetezca en ese momento.