Pollo a la portuguesa

He vivido durante varios años en Argentina, y además de grandes amigos lo que me traje cuando volví a casa fue un montón de recetas deliciosas. Su cocina es sencilla, fruto del maridaje de todas las culturas que allí han convivido, pero llena de sabor, como muestra este fantástico pollo a la portuguesa, que a pesar de su nombre es un plato típico de ese país. Es un pollo guisado en una salsa de tomate que hace que la carne quede jugosa y se deshaga en la boca. Un placer absoluto.

En una cacerola gruesa se echa el aceite de oliva, y cuando esté caliente se saltean los trozos de pollo, y en cuanto veamos que se han dorado, las retiramos en una fuente y las salpimentamos.
En ese mismo aceite en el que hemos dorado el pollo, se rehoga la cebolla y los pimientos. Cuando la cebolla este transparente, lo que tardará unos 10 minutos, se echan los tomates. Se deja que se haga bien a fuego bajo y se agrega una rama de hierbas de las que prefiramos, una pizca de perejil picado, y el vino el cual se deja evaporar. En ese momento se vierte el caldo, y se introduce el pollo a la cazuela para que se termine de hacer en la salsa durante un tiempo de unos 25 minutos, o hasta que veamos nosotros que el pollo esta tierno.
¡Bom apetite!

Trucos y consejos:
Pueden hacer este pollo a la portuguesa sin el vino blanco, sólo se tiene que agregar 1/2 taza de caldo más. Esta igualmente buena.
Si queréis se puede triturar la salsa para que quede más suave, pero a gustos.