Un plato que suelo hacer para que mis hijos coman verduras es cocinar un pisto casero. Es un plato que está delicioso y que no nos llevará mucho tiempo elaborarlo. Yo siempre que lo hago, le suelo poner o acompañar con huevo, porque es la mezcla de ambos ingredientes lo que hace que este plato se convierta en un platazo. Os cuento como hacerlo y espero que os animéis a cocinarlo sin dudarlo. ¡Os gustará muchísimo!
Para elaborar un delicioso pisto, en primer lugar vamos a escaldar los tomates para que nos sea más fácil pelarlos. Cuando los hayamos escaldado, vamos a quitarles la piel y a trocearlos en dados.
Después vamos a pelar y a trocear las cebollas y los calabacines en dados.
A continuación vamos a limpiar bien los pimientos de pepitas y vamos a trocear la carne en dados o rodajas.
Cuando tengamos todo picadito, vamos a sofreír a fuego moderado los ajos y la cebolla en una cazuela con un poco de aceite durante un par de minutos.
Después tenemos que añadir los pimientos y seguiremos cocinando unos 5 minutos más.
Pasados esos minutos, vamos a añadir el calabacín y vamos a remover durante un par de minutos sin dejar que se queme la cebolla. Ahí es cuando vamos a añadir entonces el tomate.
Finalmente y con todos los ingredientes mezclados, vamos a dejar cocinar nuestro pisto durante unos 15 minutos más, hasta que se haga el tomate y reduzca su jugo.
Hay que añadir el azúcar y la sal para rectificar el amargor del tomate. Le daremos un hervor y apartaremos del fuego.
¡Sencillamente riquísimo!