La pechuga de pollo villeroy es el plato favorito de mis hijos. Es muy sencillo de elaborar y, aunque no muy recomendable para aquellos que hacen dieta o no quieren engordar, no pasa nada porque de vez en cuando nos demos un caprichito. Antes de pasar a contaos como tenemos que hacerlas, os diré, que este tipo de pechuga se parece mucho a la pechuga empanada porque también va empanada solo que además lleva también bechamel. ¡Está riquísima!
Primero vamos a preparar la bechamel. Para ello vamos a derretir la margarina e incorporando la harina, agregaremos la leche caliente, dejaremos atemperar.
Después en una olla con agua caliente vamos a cocer la pechuga, durante 20-25 minutos. Pasado el tiempo y una vez cocida, vamos a dejar que se enfríe. A continuación y una vez fría (pechuga), la vamos a cortar en medallones y taparemos con la bechamel.
Estos pasos conviene realizarlo con antelación, ya que la bechamel tiene que endurecer para que no se despegue (aprox. 4-5 horas).
El siguiente paso será empanar: 1º harina, 2º el huevo batido y 3º pasar por el pan rallado. Finalmente vamos a freír la pechuga villeroy en abundante aceite, hasta que se dore.
Una vez dorada, la vamos a sacar y a dejar que escurra.
¡Ñam ñam, que rica!
CONSEJOS:
-El tiempo que precisa de frío.