Patatas revolconas

Estas patatas revolconas son toda una delicia contundente y tradicional. Un plato típico de Ávila, de Salamanca... pero también de Extremadura. Deja la dieta a un lado, y piensa que de vez en cuando también hay que darse un homenaje, sobre todo si es de algo tan delicioso como esta especialidad que sabe sacar lo mejor del pimentón  de la Vera, de las patatas y de los torreznos.

Paso 1:

En primer lugar pela las patatas con la ayuda de un pelador o de un cuchillo de puntilla y lávalas. Ahora chasca las patatas. Chascar las patatas significa partirlas en trozos pero rompiéndolas y no cortándolas con el cuchillo. La mejor manera de hacerlo es sujetar la patata con una mano y con la otra, ir haciendo incisiones con el cuchillo pero a medio corte, levantar un poco el cuchillo para que termine de desprenderse rompiéndose. El motivo para hacerlo así es que cuando las patatas se rompen, desprenden más su almidón. En caso de guisos, esto ayuda a que espese de forma natural.

Paso 2:

Acerca una olla al fuego con abundante agua. Mantenla tapada para que alcance antes el punto de ebullición. Cuando rompa a hervir, incorpora las patatas chascadas, el laurel y la sal al gusto. Deja cocer a fuego medio durante 30 minutos aproximadamente... aunque lo mejor es que vayas vigilando como van las patatas y las pinches para ver cómo van de cocción. El punto ideal es que estén muy bien cociditas, pero sin que lleguen a deshacerse, sin que se conviertan en puré.

Paso 3:

Cuando las patatas estén listas, escúrrelas pero sin desechar el agua, lo mejor es que las cojas con la ayuda de una espumadera, las escurras un poco y las pases a un cuenco o plato amplio de barro. En realidad sirve cualquier bol... pero esta receta se sirve tradicionalmente en platos de barro.

Paso 4:

Vamos ahora con los torreznos. Trocea la panceta en tiritas largas como de un dedo de ancho. 

Acerca una sartén al fuego sin nada de aceite junto con los torreznos. No es necesario añadir nada de aceite porque los torreznos ya van a soltar toda su grasa al freírlos. Muévelos para que se hagan por todas partes. Cuando estén bien crujientitos, sácalos con la ayuda de una espumadera, escurriéndolos bien de todo el aceite que hayan soltado. Reserva aparte.

Paso 5:

Añade ahora el pimentón a la sartén en la que has frito los torreznos, y que todavía tiene el aceite muy caliente. Eso sí, hazlo fuera del fuego, dado que el pimentón se quema con facilidad. En el mismo momento en que pongas el pimentón, remueve rápido para que se mezcle bien. Echa este aceite con pimentón por encima de las patatas cocidas.

Paso 6:

Comienza a machacarlas ahora con la ayuda de un tenedor y a removerlas. Esto es lo que se denomina revolcar las patatas con el aceite y el pimentón hasta formar un puré. Esta operación debe hacerse a mano, con la ayuda de un tenedor, y nunca con la batidora ni con el pasapurés... porque la textura no debe ser la de un puré fino, sino que se deben notar ligeramente los trocitos de patata. Si quedaran muy secas, puedes añadir un poco del agua de su cocción hasta conseguir la textura deseada.

Presentación:

Sirve tus patatas revolconas en platos de barro y adorna con las torreznos por encima. ¡Insuperable!

Sugerencia:

Un dudes en acercarte a tu tienda DIA más cercana para hacerte con todos los ingredientes necesarios para hacer estas patatas revolconas.

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