Pasteles de Belém

Receta de: Postres y dulces
Plato: Plato frío, Postre
Cocina: Internacional, Ocasiones especiales, Para niños, Tradicional
Pasteles de Belém
Media
41-50
301-500
Pasteles de Belém
Valoración media
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Ingredientes
  • Leche (entera, 340 ml. )
  • Azúcar (160 gr. )
  • Harina (40 gr. )
  • Huevos (solo la yema, 4)
  • Masa de hojaldre (1 placa)
  • Limón (un trocito de la piel)
  • Canela en rama (1)
  • Mantequilla (para untar el molde)
  • Leche (entera, 660 ml. )
  • Azúcar (340 gr. )
  • Harina (60 gr. )
  • Huevos (solo la yema, 8)
  • Masa de hojaldre (1 placa y media)
  • Limón (la piel de medio limón pequeño)
  • Canela en rama (1)
  • Mantequilla (para untar el molde)
  • Leche (entera, 1 litro)
  • Azúcar (500 gr. )
  • Harina (100 gr. )
  • Huevos (solo la yema, 12)
  • Masa de hojaldre (2 placas)
  • Limón (la piel de 1 limón)
  • Canela en rama (1 o 2)
  • Mantequilla (para untar el molde)
Elaboración

Pasteles de yema y hojaldre. Aparentemente son muy sencillos de elaborar y sus ingredientes son muy básicos. Pero si estos pasteles de Belém, originarios de Portugal, han conseguido fama mundial (llegando incluso a ser comercializados en las franquicias de China…) será por algo… Descúbrelo poniendo en práctica la receta.

Paso 1:

Pon a precalentar el horno a 200 grados. Siempre que trabajes con hojaldre procura hacerlo a temperaturas altas y asegúrate de que el horno ha alcanzado la temperatura adecuada.  

Paso 2:

Con la masa de hojaldre descongelada (tiene que estar bien manejable) haz un rulo. Ve enrollando cada plancha de hojaldre y haz porciones de unos 3 centímetros, con cortes limpios con un cuchillo. 

Paso 3:

Para esta receta usa moldes metálicos redondos, como los que se utilizan para prepara magdalenas. Unta en ellos un poco de mantequilla para evitar que los pasteles se peguen y coloca un cilindro de hojaldre en el centro de cada uno. Poco a poco ve adaptando la masa para que coja la misma forma que el molde, del centro hacia fuera. Deja el borde un poco más gordito y pincha con un tenedor la base de la masa para que el hojaldre no suba mucho. Después te aconsejaos que dejes reposar unos 20 minutos y después hornea 10 minutos y reserva la base de tus pastelitos. Mientras se hornea puedes aprovechar para seguir avanzando en la receta con el siguiente paso.

Paso 4:

Separa un poco de la leche que vas a usar en una taza (como un cuarto del total…). Añade la harina y bate bien con un tenedor para que se vaya diluyendo y reserva.

Paso 5:

En una cazuela al fuego, calienta la leche (sin harina) junto con la piel de limón y la rama de canela. Cuando comience a hervir la leche, incorpora poco a poco la mezcla de harina y leche sin parar de remover. Si usas unas varillas, mucho mejor para evitar grumos. Cuando vuelva a hervir, retira la piel de limón y la canela, pero añade el azúcar. Sigue removiendo hasta obtener una masa homogénea. Entonces apaga el fuego y deja reposar 10 minutos. Durante ese tiempo cambiará la textura y estará un poquito más espesa, que es lo que buscamos.

Paso 6:

Bate ligeramente las yemas e incorpóralas al resto de ingrediente pero pasándolas por un colador. Mezcla hasta obtener una crema lisa y que sea homogénea de un color huevo intenso. La textura que buscamos – para que te hagas una idea – es la de una crema pastelera semilíquida. Rellena las tartaletas si llegar al borde la masa (te puede ser más fácil si usas una manga pastelera) e introduce la bandeja en la parte central y hornea 15-20 minutos a 220 grados. Comprueba antes de sacarlos que la crema está doradita o tostada ¡Esa es la esencia de los pasteles!

Presentación:

Deja atemperar tus pasteles de Belém un poco antes de degustarlos. Puedes tomarlos fríos o al poco tiempo de sacarlos del horno, cuando la crema estará mucho más jugosa. Son ideales para la hora del café o para cualquier celebración… ¡todos los días son buenos para celebrar algo!

Truco:

No te preocupes si ves que crema sube mucho mientras está en el horno. Es totalmente normal: luego bajará hasta quedarse en su punto ideal.

Curiosidad:

En 1837 estos bocados comenzaron a fabricarse en las instalaciones de una refinería de caña de azúcar según una antigua “receta secreta” originaria del Monasterio de los Jerónimos. Desde entonces, los portugueses guardan con recelo su   - al parecer - solo conocen los maestros pasteleros que fabrican estos pasteles en el llamado “Taller del Secreto”. Aunque en todo Portugal puedes encontrarlos, hay una pastelería en el centro de Lisboa que es la más afamada (por vender – dicen -  los pasteles más auténticos...) y llegan a vender hasta 50.000 al día.

Sugerencia:

Si buscas un hojaldre con el que no jugártela en tus pasteles de Belém, prueba el de marca DIA. Ten siempre uno en tu congelador para usarlo cuando más te apetezca en todas tus recetas. El hojaldre es un producto tan versátil, que no te faltarán opciones para cocinar con él.

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