Pan de miel navideño

No sé porque en estas fechas se juntan todos los platos ricos. Y no es que nos convengan demasiado, porque son días en los que se come demás y precisamente no platos ligeros, pero es que hay que decir que son todos riquísimos, en especial los dulces. Son muchos y variados, pero si tengo que destacar alguno, me quedo con este pan de miel navideño. Esta lleno de sabor gracias a las especias, y si te da por hacerlo en cualquier otra fecha del año, todos sus aromas te recordarán a la Navidad.

Lo primero es que ponemos en un cazo la media taza de miel, las dos azúcares y la mantequilla. Revolvemos sobre fuego suave con cuchara de madera hasta que la mantequilla se disuelva bien, retiramos del fuego y dejamos entibiar.
Batimos el huevo y lo unimos a la preparación anterior una vez que este tibia, lo volcamos todo a un bol y reservamos.
Tamizamos en otro recipiente grande la harina con la levadura, el bicarbonato y las especias.
Ahora pasamos a unir los ingredientes secos a la mezcla anterior de miel y los juntamos con movimientos envolventes ayudándonos con una espátula, a la vez vamos agregando la 1/2 taza de agua mientras seguimos mezclando sin descanso para airear muy bien la mezcla.
Una vez que la mezcla está homogénea y aireada, la volcamos de inmediato dentro de un molde tipo budín inglés bien en mantecado y enharinado, recordar no pasarte de las 2/3 partes del molde.
Cocinamos el pan en el horno, que previamente hemos precalentado, a una temperatura de 180º hasta que crezca, se dore y que esté bien cocido por dentro, tiempo que le llevará de cocción aproximadamente de 35 a 40 minutos.
Una vez sacado del horno, lo dejamos pasar el calor intenso hasta que se entibie, lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para hacer el glaseado ponemos dentro de un bol el azúcar impalpable junto con la clara de huevo, el jugo de limón y la ralladura de limón.
Lo batimos con batidora eléctrica a máxima velocidad hasta que se forme un baño brillante, liso y bien blanquito. En el caso de que quede muy espeso, aligéralo con unas gotitas de agua caliente pero con cuidado de no pasarnos.
Vertemos el baño en la superficie del pan ya frio mientras lo inclinamos un poco para que corra el baño y quede bien uniforme por toda la superficie y caiga un poco por los costados.
Seguidamente y antes de que la cubierta endurezca repartimos la fruta abrillantada picadita por todos lados y lo dejamos secar bien a temperatura ambiente.
Servimos este riquísimo y especiado pan de miel navideño acompañado de una buena taza de té o café caliente.