Nuggets de pollo caseros

De acuerdo: los fritos no son la cena más saludable. Pero de vez en cuando, no hay ningún problema, y más si se trata de una fritura casera en la que solo empleas prodctos de calidad seleccionados por tí mismo. Y esto se puede aplicar a cualquier elaboración, incluso a unos nuggets de pollo caseros. Gánate a los niños (y a cualquier adulto con alma juvenil) preparando este clásico adolescente pero de un modo casero, sano y más delicioso que cualquier cosa que puedan vender en envase de cartón.

Paso 1:

El día anterior, corta la pechuga de pollo en filetes finos. En un recipiente amplio con tapa mezcla el yogur, la mostaza, la miel, el zumo de limón, sal y un buen chorro de aceite de oliva hasta obtener una marinada homogénea. Sumerge los filetes en ella asegurándote de que están perfectamente embadurnados antes de cubrirlos con la siguiente capa. Tapa el recipiente y déjalo reposar en la nevera durante toda la noche.

Paso 2:

Al día siguiente, saca los filetes del recipiente y retira el exceso de marinada con ayuda de un tenedor o una cuchara. Ponlos sobre una tabla de cocina y córtalos en tiras finas y luego en daditos lo más pequeños posible.

Paso 3:

Cuando tengas toda la carne de pollo picada, coge pequeñas porciones y compáctalas haciendo presión con tu propia mano. Haz bolitas y aplástalas ligeramente para darles forma de nugget. Repite el proceso hasta que hayas terminado con toda la masa de carne.

Paso 4:

Casca los huevos y bátelos con un tenedor en un plato hondo. Echa un poco de harina en otro plato y pan rallado en un tercero. 

Paso 5:

Coge un nugget, pásalo por harina, después por huevo (deja que se impregne bien) y por último por pan rallado. Reserva en una bandeja los que vayas empanando hasta que termines con todos.

Paso 6:

Pon abundante aceite a calentar en una sartén o un cazo. Cuando alcance una temperatura adecuada para fritura, echa los nuggets de pollo caseros en tandas pequeñas para que no descienda demasiado la temperatura del aceite y fríelos hasta que el empanado presente un color tostado. Retira entonces el nugget del aceite caliente y ponlo a escurrir el exceso de grasa sobre papel de cocina.

Presentación:

Sirve tus nuggets de pollo caseros calentitos y recién hechos sobre una fuente para que cada comensal se aparte los que le apetezcan. Puedes acompañarlos con cualquier salsa, ya sea comercial o casera.

Sugerencia:

Si quieres una marinada que aporte a tus nuggets de pollo caseros un sabor realmente único, prueba a utilizar la miel de romero de la línea Delicious de DIA. Su particular toque herbáceo enriquecerá la receta.

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