Natillas caseras

Las natillas es uno de esos postres tradicionales que se han comido durante toda la vida en nuestras casas. Aquí os dejo la forma en que las hacemos en la mía, que ¡está buenísima! Yo os aconsejo probar a hacerlas alguna vez porque os van a encantar.

Colocamos un bol grande sobre la mesa y mezclamos en él un vaso de leche con la fécula de maíz hasta obtener una pasta homogénea. En el caso de que nos quede algún grumo, lo podemos pasar por un colador para eliminarlos.
El resto de la leche la echamos en un cazo y la ponemos a hervir a fuego lento junto con el azúcar y la vainilla en rama.
Ponemos los huevos en un cuenco y los batimos bien. Añadimos a estos la fécula de maíz disuelta con la leche, y lo volvemos a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea.
Bajamos el fuego de la leche del cazo, y le vamos agregando la mezcla de huevos batidos y la fécula poco a poco, sin dejar de dar vueltas en ningún momento.
Bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos hervir durante 10 minutos sin dejar de remover para que no se queme ni se pegue. Además, tenemos que conseguir que no se formen grumos.
Pasados los 10 minutos, echamos las natillas en un bol o en pequeños cuencos, dependiendo de dónde las vayamos a llevar a la mesa, y las dejamos enfriar antes de espolvorearlas con la canela molida al gusto.