La Mousse de fresa es uno de mis postres preferidos. Me gusta porque es liviana, nada pesada, y porque la fresa es una fruta que aporta al postre un sabor dulce a la vez que ligeramente ácido.
Ponga a congelar la nata, una vez congelada bátala hasta que doble su volumen.
Lave bien las fresas retire los tallos, dejando algunas enteras para decorar, y córtalas en láminas y únelas a la nata batida.
Ahora prepara la gelatina con sabor a fresa con la 1/2 taza de agua hirviendo. Remoje la gelatina sin sabor con en agua fría. Bata las claras de huevo a punto de nieve y agregue la gelatina ya tibia.
Por último coloque la gelatina sin sabor y bata. Después ponga en moldes húmedos y llevelo a refrigerar durante las siguientes 24 horas. Decore la mousse de fresa con fresas frescas y las hojas de menta al gusto.
Consejos y Trucos:
El truco principal es el tener mucha paciencia.