Migas con huevos y uvas

Un plato muy típico de mi pueblo y zona son las migas con huevos y uvas. En la antigüedad era un plato que comían los pastores en sus largas jornadas por el campo y caminos manchegos. En la actualidad es un plato que se come en reuniones familiares alrededor de la propia sartén donde se cocinan. Es un plato muy saciante y que después de comerlo no te apetecerá de comer en horas.

Cogemos 1 barra de pan del día anterior, cuanta más miga tenga el pan mejor, lo trocearemos en pedacitos pequeños en un bol o fuente. Aparte, cogemos un vaso de agua y lo llenamos ponemos una cucharadita del tamaño de la del café de pimentón.
Con la mano vamos salpicando de agua roja las migas de pan que queden húmedas, nunca chorreando de agua, las tapamos con un trapo y las dejamos en sitio seco hasta el día siguiente yo aquí, le añado unos ajos sin pelar, solo machacados.
Se coloca la sartén con aceite y una gotita de azúcar como si fuera sal y echamos las uvas hasta que se hacen a fuego lento un ratito y las retiramos.
En la misma sartén con el aceite de las uvas, echamos un poco más de aceite si hiciese falta ya que la sartén tiene que tener cubierto con aceite todo el fondo, y agregamos el chorizo, el jamón y la panceta y otro poquito de pimentón para que se hagan a fuego lentito, con cuidado de que no se queme nada.
A continuación echamos las migas y las uvas, removemos todo lentamente y con cuidado, y cuando veamos a ojo que están, las retiramos.

A la hora de emplatar ponemos primero las migas y después el huevo frito, dependiendo del que elijamos, el normal o los de codorniz, y en un lado colocamos las uvas.

TIPS:
Es muy importante el mojar las migas ni mucho, ni poco, hay que cogerle el punto. Ese es el único truco. En algún momento de las 12 horas, hay que moverlas con la mano para que no se apelmacen.