Mi Roscón de Reyes

Hacer un roscón de Reyes no es tarea fácil pero sí divertida, así que… ¡manos a la obra!
Para hacer la masa madre, en un bol grande se disuelve la levadura en la leche tibia y se mezcla con la harina. Se deja reposar a temperatura ambiente para que fermente unos 15 minutos más o menos.

Para hacer la masa principal, se coloca en el bol de la amasadora la harina tamizada, y se agrega la masa madre junto con la leche, la mantequilla, el azúcar, el huevo, las ralladuras, la levadura, el agua de azahar y la sal. Se amasa todo bien hasta que coja consistencia y no sea muy pegajosa la masa, y se coloca en una superficie enharinada para terminar el amasado mejor. Una vez listo, se hace una bola con la masa y se pone en un bol, previamente untado con aceite, que se tapa con papel transparente para dejarla fermentar hasta que doble su volumen.
Una vez fermentada la masa del roscón, se saca del bol y se vuelve a amasar con delicadeza dándole la típica forma de rosco.
Ya listo el roscón, se adorna al gusto y se coloca en la bandeja del horno, forrada con papel de hornear, y se deja reposar otra vez para que doble su volumen a temperatura ambiente.
Por último, se pinta con huevo y se mete al horno a180º hasta que está cocido por completo.