Macarrones de verano

En mi casa a este plato le llamamos macarrones de verano, porque se comen fríos, pero a decir verdad disfrutamos de ellos todo el año. Son muy fáciles de hacer, y como no necesitan estar calientes les puedes hacer con antelación o en grandes cantidades y guardarlos en la nevera, porque resultan perfectos para los que no tienen mucho tiempo o para los estudiantes.
En primer lugar hervimos los macarrones siguiendo las instrucciones del fabricante que se indican en el paquete, mientras que en otro cazo ponemos a hervir los huevos.
Cuando los macarrones estén listos, los pasamos por un colador para escurrirlos del agua caliente y los enfriamos pasándolos por el chorro de agua fría. De esta manera conseguimos que pare la cocción de los macarrones y no se nos pasen.
Cuando los huevos estén cocidos, los enfriamos también y los pelamos.
Por último ponemos los macarrones en un bol grande o en una ensaladera y añadimos las dos latas de atún, el tomate frito y los huevos cocidos rallados. Lo mezclamos todo muy bien.
Si queremos podemos echar ya el queso rallado por encima, pero igual mejor si lo pones en la mesa en un cuenco a la hora de servir y que cada uno se sirva lo que quiera.
Al comerse estos macarrones de verano fríos, los puedes hacer con antelación y meterlos en la nevera hasta justo antes del momento de servir.