Macarrones con tomate y queso

Aquí os dejo la receta más veces hecha por todas las madres del mundo, los macarrones con tomates y queso.
Se fríen las cebollas, muy picaditas, en una sartén con tres cucharadas de aceite y una pizca de sal. A medio freír, se añaden los dos dientes de ajo, picados muy finos para que no se noten. Cuando la cebolla esté blanda, se le añade el tomate frito y el orégano. Una vez la salsa de tomate haya espesado, se aparta del fuego y se reserva.
Se pone al fuego una cacerola con abundante agua, una hoja de laurel y tres cucharadas de aceite de oliva, y, cuando empiece a hervir, se echa un poco de sal y los macarrones. Se mueven bien y, cuando empiece a hervir de nuevo el agua, se baja el fuego. Una vez listos, se escurren los en el colador y se reservan.
Se prepara una fuente untada con un poco de aceite y se echa la salsa de tomate junto con los macarrones. Por encima de estos se pone una capa de queso rallado, y se mete la fuente al horno para gratinarse.
Los macarrones con tomate y queso siguen siendo mis preferidos a pesar de ser una persona ya adulta.