En los años setenta, de quinceañero y unos años más, en la disco del pueblo estaban de moda dos cócteles y en ellos gastaba la propina: el lumumba, una mezcla de un batido de cacao con brandy, y la mezcla, no menos famosa, de licor 43 con zumo de piña, ambos dulzones y algo empalagosos. Inspirado en aquel combinado he elaborado este batido-bombón para la sobremesa de una cena entre amigos.