Lasaña vegetal (berenjena y calabacín)

Si hacéis lasaña vegetal con berenjena y calabacín, ya tenéis un punto a favor para que vuestros hijos coman verdura. Al verla creerán que es la típica de carne y se la comerán igual. Cuando eres madre de niños pequeños aprendes muchos trucos de estos.
Lavamos y troceamos las berenjenas. Ponemos una sartén en el fuego con aceite y, cuando esté caliente, echamos los trocitos a freír hasta que se doren un poquito.
Mientras hacemos las berenjenas, trituramos los tomates y los echamos a la sartén. Lo removemos bien para que cojan el gusto uno de otro, y añadimos la sal y el ajo en polvo a nuestro gusto. Lo cocinamos hasta que se haga bien y el tomate parezca frito.
Lavamos y cortamos los calabacines a la larga en cuatro partes y, de cada parte, hacemos láminas finas. Ponemos otra sartén con un poco de aceite a calentar y freímos las láminas de calabacín hasta que queden doraditas. Además, pasamos por la misma sartén el pimiento bien troceado hasta que se dore.
Para montar la lasaña, engrasamos una fuente con un pelín de aceite y ponemos una capa de pasta y encima unas cucharadas de la mezcla de berenjenas con tomate. Después, una capa de pimientos y, por último, la de las láminas de calabacín. Añadimos la bechamel y repetimos el proceso hasta llenar la fuente. Echamos un poco de queso por encima y lo metemos al horno hasta que se dore.