Puede que unos ‘œufs en cocotte’ suenen más sofisticados que nuestros tradicionales ‘huevos al plato’. Lo cierto es que, en realidad, son lo mismo, y lo llamemos como lo llamemos, es un plato delicioso. En realidad, su nombre hace referencia al modo de prepararlo: los huevos se cuajan dentro de una fuente con su propio calor, o bien en el horno. Por lo demás, hay 1001 recetas diferentes. Toma nota de la que te proponemos, pero adáptala a tus gustos.
Paso 1:
Pica la cebolla y el ajo bien finitos. Acerca una sartén al fuego con un chorrito de aceite y rehógalos durante 8 o 10 minutos a fuego medio junto las hojas de laurel, para que vayan soltando sus aromas.
Paso 2:
Cuando la cebolla esté bien hecha y transparente, añade el vino deja que se vaya evaporando durante unos minutos. Mientras tanto, parte en cubitos pequeños el chorizo.
Paso 3:
Añade el chorizo a la sartén y rehoga durante 5 minutos más. Añade el tomate frito, remueve bien todo el conjunto, y deja que siga haciéndose otros 5 minutos. Rectifica el punto de sal… y una vez que ya esté hecho, retira las hojas de laurel.
Paso 4:
Reparte este sofrito en pequeñas fuentes de barro individuales u ollitas. Lo más importante es que el sofrito cubra bien el fondo de cada recipiente. Casca con mucho cuidado 2 huevos en cada fuente.
Paso 5:
Mételas las fuentes en el horno, precalentado a 180°, durante 5 u 8 minutos, hasta que veas bien cuajada la clara del huevo.
Presentación:
Sirve tus huevos bien calientes… y acompáñalos con una buena cantidad de pan… porque te encantará mojar la yema ummm
Alternativa:
Esta es una receta que admite múltiples variaciones. Prueba a preparar el sofrito con otros ingredientes… seguro que con lo que tengas por la nevera y restos de otras elaboraciones: esa media lata de champiñones que no sabes qué hacer con ella, un poco de bacón, unos espárragos verdes…
Truco:
Es recomendable no cascar los huevos nunca encima del lugar donde los vas a usar: el bol en el que ya hay varios para hacer un bizcocho, o la sartén donde lo vas a freír, o la cocotte en la que vas a preparar estos huevos al plato ya con el sofrito al fondo. Rara vez sale un huevo en mal estado… pero si ocurriera, tendrías que desechar toda la preparación. Es preferible cascar el huevo en un pequeño bol individual o en un vaso, y desde allí utilizarlo como quieras. Además, si cae un poco de cáscara, te resultará más sencillo retirarla.