El limón es una fruta muy utilizada tanto en platos dulces como salados además de ser muy refrescante para el verano. Debido a la cantidad de vitaminas que contiene, es un gran depurador de toxinas y ayuda a reforzar las defensas.
En helados es ideal. Esta receta de helado de limón y tomillo es muy fácil de hacer además de deliciosa.
Paso 1:
Poner la nata en un cazo con el tomillo a calentar ligeramente, pero sin que llegue a hervir. Cuando esté cliente apartar del fuego y tapar con film para que infusione bien. Dejarla fuera hasta que pierda temperatura y después meterla en la nevera para que esté fría.
Paso 2:
En un bol exprimir el zumo de limón y colarlo para que no caiga ninguna pepita. Añadir la leche condensada y mezclar bien con ayuda de una varilla.
Paso 3:
Cuando la nata haya enfriado echarla en el bol del zumo y la leche condensada y mezclarla bien.
Paso 4:
Preparar un tuper o molde rectangular con capacidad para esa cantidad. Forrarlo con papel de horno. Verter la mezcla sobre él y cubrir con papel film a piel.
Meter en el congelador durante 8 horas.
Para consumirlo dejarlo a temperatura ambiente durante 30 minutos para que se ablande.
Presentación:
Se puede servir en una copa o vaso. También se pueden comprar conos de barquillos y con ayuda de un saca bolas poner una bola de helado encima.
Sugerencia:
Se puede cambiar el tomillo por otras especias como albahaca, orégano o incluso menta fresca.