Guiso extremeño

Este guiso extremeño es de esos platos que en cuanto lo pruebas, te encanta. Mi suegra es de esa región, y es muy habitual que prepare este plato los domingos cuando vamos a su casa a comer, y la verdad es que a todos nos parece delicioso. El pan se agota enseguida de tanto untar la salsa. Anímate a probar a hacer la receta, ya verás cómo su increíble sabor sorprende.

En primer lugar, cortamos la carne que hayamos escogido en trozos pequeños y preparamos una sartén con aceite en el fuego. Cuando ya está el aceite caliente, echamos los trozos de carne a freír junto con el hígado hasta que se doren a nuestro gusto. Ya listos, los colocamos en una cacerola grande y les añadimos un poco de pimiento. Los cubrimos de agua y los ponemos al fuego a cocer.
Cuando el hígado esté cocinado, lo sacamos de la cacerola con ayuda de una espumadera y lo machacamos en un mortero junto a la cabeza de ajos crudos y los pimientos morrones (machacamos más los pimientos y los ajos que la carne en sí, se trata de que coja el sabor). Tiene que quedar una mezcla bien integrada, así que nos tomamos nuestro tiempo.
Por último, echamos la mezcla de nuevo a la cacerola y lo dejamos hervir hasta que se reduzca la salsa.
Podemos acompañarlo de algo de verdura con patatas, que es muy apropiado para este guiso extremeño.

Tradicionalmente se hace con cabrito, del que se usa también el hígado, pero como es un ingrediente bastante caro e incluso difícil de encontrar en muchas ocasiones, se ha adaptado a cualquier otro tipo de carne. Prueba.
El verdadero secreto de este plato es la picada de hígado, ajo y pimiento.