Galletas navideñas

Mis galletas navideñas son todo amor, como podemos ver. Las hago en todas las épocas de año pero me gusta llamarlas así porque me recuerdan al día de Reyes, que nos reunimos toda la familia y las comemos cada año. Es la tradición para cerrar la Navidad cada año.
En un bol grande, echamos la harina, el cacao en polvo, el azúcar y la mantequilla cortada en dados. Mezclamos los ingredientes con las manos, que es lo más fácil, de forma que nos quede una mezcla un poco arenosa, no totalmente homogénea, pero tampoco con unos grumos enormes. Para que no se nos olvide, cuando terminemos de trabajar la masa, encendemos el horno a 170º para que se vaya precalentando y luego sea todo más rápido.
Por otro lado, batimos el huevo en un bol aparte y hacemos una especie de agujero en el medio de la masa que hemos hecho. En este agujero echamos el huevo batido. Mezclamos la masa de nuevo, siempre con las manos, hasta que consigamos una masa que se pueda extender con facilidad.
Ponemos un poco de harina en la mesa de trabajo y echamos la masa sobre ella. La extendemos bien con ayuda de las manos y de un rodillo y, con los cortapastas de diferentes formas, vamos haciendo nuestras galletas navideñas.
Las vamos poniendo en una bandeja de horno forrada con papel para hornear, bien separaditas para que no haya incidentes. Con el horno ya precalentado, las metemos 15 minutos y veremos que se doran un poquito. Al sacarlas las dejamos enfriar a temperatura ambiente y, si queremos, espolvoreamos azúcar glas sobre ellas.