Las galletas de sémola me las hago en fines de semana para tener algo qué desayunar entre semana cuando tengo tanta prisa y no me da tiempo a nada. Yo soy una de esas personas a las que le encanta comer casero, por lo que, siempre que puedo, me preparo hasta el desayuno.
En un bol se coloca la harina junto con la sémola y la sal. Se mezcla todo bien y se coloca de forma que hay un hueco en el centro. En este hueco se echa el agua con la levadura previamente disuelta en ella, y el aceite. Se mezcla bien y se va añadiendo la harina mezclada de forma que no se formen grumos. Por último, se añade la sémola y se amasa de forma que quede una masa suave y elástica.
Una vez lista la masa, se hace una bola con ella y se coloca en el bol de nuevo, previamente engrasado, y se tapa con un paño dejando que repose para que doble su volumen.
Una vez lista la masa, se coloca en una superficie enharinada y se aplasta con un rodillo. Se van cortando las galletas de sémola con un cortapasta y se dejan en la bandeja del horno forrada con papel vegetal. Una vez listas todas, se meten al horno, previamente calentado a 200º C, durante unos 15 o 20 minutos.