En un cuenco, mezclar la harina con el queso rallado. Incorporar la mantequilla y amasar con los dedos hasta obtener consistencia tipo desmigado. Añadir la yema y mezclar todo formando una masa. Envolver en film y enfriar en la nevera unos 30 minutos.
Extender la masa, haciendo unas 35 pastas de 1 cm de grosor y 6 cm de diámetro, o bolas del tamaño de una nuez y aplatarlas un poco ( asi quedan más rústicas). Espolvorear con el sésamo, colocar en la bandeja del horno ya precalentado y hornear a 200º unos 20 minutos. ( esto ya depende de cada horno).
No estan buenas...están buenísimas.
Receta enviada por Estela Sanz