Fondue con albóndigas

No hay cosa más divertida a la hora de comer que las fondues. El que todos los invitados participen es la elaboración del plato hace que sea algo muy ameno, por lo que es altamente recomendable, sobre todo para las cenas de amigos donde el ambiente es más distendido. Por norma general suele ser de queso o ya en los postres de chocolate, pero hoy os propongo una alternativa estas, que es la fondue de albóndigas. Pones el recipiente con el caldo en el centro para que cada uno se haga las albóndigas en el que pincharemos en un palo, y para rematar, que las mojen en una rica salsa de manzana. Rico y divertido, para que pedir más.

En un cazo calentaremos la mantequilla con el azúcar, removiéndolo bien para que se deshaga, y cuando veamos que se ha empezado a caramelizar le añadiremos las manzanas partidas en trozos después de haberlas lavado y quitado el corazón con las pepitas, aunque habremos dejado la piel, el agua, la media rama de canela, y la sal. Lo taparemos y lo dejaremos cocinar durante unos 30 minutos a fuego lento.
Pasado este tiempo ya estará todo cocido, y le quitamos la rama de canela antes de pasarlo por la batidora. Una vez triturado le incorporamos la mostaza y lo reservamos.
Cuando ya esté hecha esta salsa, para hacer las albóndigas lo que hacemos es mojar el pan en agua y lo escurriremos bien. Después en un bol mezclaremos con las manos la carne, el huevo batido, los piñones, el perejil, la cebolla picada, el pan, la sal y la nuez moscada. Cuando tengamos una masa de carne homogénea, haremos unas bolitas del tamaño pequeño y a medida que las vamos haciendo las ponemos en una fuente y las reservamos.
Por otro lado herviremos el caldo, y lo verteremos en el recipiente de la fondue e iremos mojando las albóndigas en el caldo hasta que estén cocidas. Después las mojaremos en la salsa con los pinchos de la fondue.