Fideua simple

Con los años he aprendido que los platos más sencillos suelen ser los más deliciosos. Para ello lo importante es utilizar una buena materia prima que aporte el mejor de los sabores, sin necesidad de enmascararlos con otros. Cuando probéis esta fideuá simple, ya que sólo lleva ajos, sepia y gambas, os daréis cuenta de la razón que llevo.

Primero cogemos unos ajos y los doramos, quitándolos del aceite cuando estén dorados, ya que el aceite ya habrá cogido el sabor del ajo y así nos aseguramos que no se nos quemen amargando después el guiso. Hecho esto añadimos la sepia troceada junto con las gambas.
Cuando la sepia se haya ablandado, echamos los fideos y vamos removiendo todo bien para que no se quemen. Cuando los fideos estén dorados añadimos el fumet de pescado y sal al gusto. Antes de añadir la sal, prueba el fumet ya que puede que esté ya salado de por sí y luego nos quede la fideuá muy salada. Dejamos un rato y cuando veamos que empieza a hervir lo apagamos y listos. Justo antes de apagarlo podemos añadirle si queremos sofisticarla unos mejillones y unas cigalas para decorar el plato, pero si no los tenéis no importa porque esta simple fideuá es deliciosa.

CONSEJOS:
Cuando hagáis esta fideuá, la cantidad de fumet es muy relativa ya que eso va a gustos, no sufráis porque se os pueda pasar el fideo ya que al estar refrito no se pondrá muy blando, lo que ayudará a mejorar el resultado.
Esta fideuá puede que sea muy simple pero yo no le hago nada más ya que se trata de un plato de origen antiguo de pescadores, y estos no utilizaban muchos ingredientes.
También podéis hacer un refrito de verduras picadas para añadirle más sabor, pero la receta marinera auténtica era así de simple, ajos, fideos y sepia, y en el caso de que hubiese, gambas.

Un truco pues mira hacerle el refrito de ajos y al final antes de apagar fuego echarle una picadeta de ajo con aceite en crudo por encima.