Falafel

El falafel es en Oriente Medio… lo que el perrito caliente en Nueva York, la pizza en Roma o el bocata de calamares en Madrid… es decir, la comida rápida por antonomasia. Se trata de unas pequeñas albóndigas fritas de garbanzo molido… bien aderezado con algunas hierbas como perejil o cilantro. Hay países como Jordania, Siria y sobre todo, Líbano, en los que el falafel forma parte del mezze, es decir de ese aperitivo compuesto de muchas especialidades servidas en pequeños platos (¡igual que nuestras tapas!). En otros países, como Israel y Palestina se toma como un tentempié por la calle… Sea como sea, estamos ante un plato muy fácil de preparar y absolutamente delicioso. Además, es muy sano y completo… ¡una manera diferente de comer legumbres!.

Paso 1:

La noche anterior, pon a remojo los garbanzos en abundante agua fresca con una pizca de sal.

Paso 2:

Pela la cebolla y pícala muy finita muy finita… otra opción estupenda y que dará aún mejor resultado para tus falafel es rallar la cebolla. En este caso tienes que tener en cuenta dos cosas: que al rallarla vas a llorar muchísimo más si la picas con un cuchillo sobre la tabla de cortar (así que ármate de paciencia, de pañuelos para sonarte la nariz o incluso de unas gafas de buceo). Otro cosa muy importante que debes tener en cuenta si rallas la cebolla es que de esta forma va a soltar mucha más agua… así que una vez rallada, pasa la cebolla a un colador para escurrir todo su agua.

Paso 3:

Pica el cilantro y el perejil muy finitos. …Y ten en cuenta que seguramente pensarás que se trata de mucha cantidad, y que nunca has preparado ningún plato con tanta cantidad de perejil. No te equivocas… es que el falafel lleva mucho perejil y cilantro… por eso al abrirlo tiene un característico color verde. No lo dudes y pica mucha cantidad.

Paso 4:

Ahora tienes que triturar el garbanzo previamente escurrido de su agua. Aunque el remojo durante toda la noche lo habrá ablandado bastante… aún estará lo suficientemente duro como para hacer trabajar a tu batidora. Puedes hacerlo con la batidora de mano, de vaso, con la picadora o con el robot de cocina. Ten paciencia y ve picando los garbanzos poco a poco si fueran mucha cantidad. El resultado debe ser el de una harina gorda.

Paso 5:

Una vez que tengas los garbanzos ya triturados, pásalos a un bol e incorpora la cebolla, el perejil y el cilantro. Mezcla todo bien con la ayuda de una cuchara de cocina o, mejor aún, con las manos. Rectifica de sal y una pizca de pimienta.

Paso 6:

Ve formando tus bolitas de falafel con las manos apretándolas bien… no deben ser muy pequeñas, pero tampoco demasiado grandes.

Paso 7:

Acerca una sartén con abundante aceite al fuego y cuando esté caliente, ve friendo por tandas tus falafel. A medida que vayan estando bien doraditos, ve sacándolos a un papel absorbente.

Presentación:

Sirve tus falafel recién hechos… aunque si sobran no te preocupes… puesto que fríos también están riquísimos. Puedes acompañarlos con una salsa de yogur con un poco de menta picada, o con una salsa hecha a partir de tahini. Sea como sea… están deliciosos.

Sugerencia:

No dudes en hacer tus falafel con garbanzos marca DIA. Son de categoría extra y darán un resultado óptimo en una receta como ésta.

En Demos la vuelta al día: 5 consejos para evitar llorar al picar cebolla

En Demos la vuelta al día: Los 10 secretos de la dieta para celíacos

En Demos la vuelta al día: La vuelta al mundo en 80 panes