Las espinacas a la crema con nata son muy ricas, mucho más que hechas sin apenas nada, y es muy importante incluirlas en la dieta diaria porque aportan mucho hierro al cuerpo.
Se lavan bien las espinacas con agua abundante para quitarles el polvo y tierra adheridos, y se dejan escurriendo en un colador. Se pican la cebolla y el ajo en trocitos lo más finos posible, y se fríen en una sartén con un poco de aceite de oliva bien caliente.
Se agrega la sal al gusto, o el consomé de pollo en polvo, y una pizca de pimienta blanca a la sartén, además de las espinacas escurridas, y echa la nata al gusto. Al primer hervor de las espinacas a la crema, se retiran del fuego y se sirven directamente.