Espárragos frescos cocidos

Si vas a hacer espárragos blancos frescos cocidos, es importante que éstos sean buenos sobre todo. Para ello lo que yo suelo hacer es ir a un sitio de confianza en el que me den buena calidad porque, de lo contrario, estropea toda la receta. Os aconsejo que los probéis a cocinar, ya que el sabor de unos espárragos frescos cocidos no tiene nada que ver con el sabor de los que encontramos en conserva.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que al espárrago fresco le debemos de pelar con ayuda de un pela-patatas para quitarle la capa exterior que es muy dura. Lo tenemos que pelar desde la punta hacia el tallo.
Preparamos ahora una cazuela con abundante agua, bien sazonada y a la que añadimos unas gotas de zumo de limón. Cuando introduzcamos los espárragos, el agua debe de estar hirviendo.
Para que todos nos queden perfectos, tenemos que tener en cuenta que no todo son del mismo tamaño, asique si queremos que todos tengan el mismo punto de cocción, les iremos sacando según veamos que están hechos, que están en su punto.
En el caso de que les vayamos a comer inmediatamente, no conviene refrescarlos, por lo que solo nos quedaría regarlos con un buen chorro de aceite de oliva virgen, y ¡a la mesa!