Ensalada templada de pollo

Una ensaladita templada de pollo para esos días que ni frío ni calor es lo mejor. Esta receta puede servir como plato único porque realmente te deja saciado con tanto condimento, pero, sobre todo, por el pollo.
Pelamos y picamos la cebolla, la zanahoria y los puerros. Ponemos una sartén en el fuego con aceite y pochamos la verdura para que quede blanquita y doradita. Cuando está lista, añadimos las pechugas de pollo y las dejamos que se doren a nuestro gusto. Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol y se cocine la mezcla de verduras con pollo a fuego lento y removiendo de vez en cuando.
Cuando ya lo tenemos listo, cogemos una fuente y echamos la lechuga, el tomate y añadimos el sofrito. Cortamos las pechugas en tiras o trozos para que se puedan comer sin cuchillo, y mezclamos todo. Aliñamos la ensalada y la servimos cuando se haya templado un poquito.
Si queremos, podemos añadir pimiento y pepino, pero mi receta original es sin ellos.