Esta receta está pensada para deportistas, ya que los dátiles son una fruta seca que aporta muchos nutrientes y contiene una notable cantidad de azúcar. El queso es un complemento proteico perfecto, que además proporciona calcio y magnesio. Y la elaboración es tan sencilla que no necesitaremos ni fuego.
Paso 1.-
Lo ideal es comprar dátiles sin hueso, pero si no los encontramos tampoco es muy difícil quitárselo. Para ello, los cortamos por la mitad de forma longitudinal y les quitamos la semilla interior.
Paso 2.-
En un bol vamos a preparar nuestro relleno. Primero cortamos la corteza de nuestro rulo de queso de cabra y cortamos en trozos el resultado para ponerlos en el bol. Agregamos miel al gusto –aunque con dos cucharadas soperas para esta cantidad es suficiente-; rallamos piel de lima e incorporamos queso crema light –por aquello de no aportar calorías extra-.
Paso 3.-
Es el momento de mezclar bien porque queremos obtener una pasta homogénea. Lo mejor es hacerlo con una varilla para que se vayan integrando todos los elementos.
Paso 4.-
Con la ayuda de una cucharita pequeña iremos rellenando cada mitad de dátil y tapando con otra mitad, a modo de bocadillo. Haremos lo mismo con el resto de dátiles hasta tener todos rellenos.
Paso 5.-
Para finalizar el plato, serviremos los dátiles y les añadiremos unos pistachos pelados y picados, aunque podéis elegir el fruto seco que más os guste: la combinación con el dátil y el queso hace que piñones, nueces, almendras, avellanas o anacardos le vayan muy bien a esta receta. Acabamos rallando un poco de lima. ¡Y ya lo tenemos terminado!