Como snack, aperitivo o tentempié. Sea como sea, estos crujientes de hojaldre encantarán a los niños y a todos tus invitados.
Paso 1:
Deja descongelar la placa de masa de hojaldre lo suficiente como para poder trabajar con ella. Extiéndela sobre la encimera de la cocina con un poco de harina espolvoreada para que no se pegue.
Paso 2:
Bate el huevo y pinta por encima del hojaldre con la ayuda de un pincel, o con los dedos.
Paso 3:
Espolvorea el queso, el pimentón, el tomillo y un poco de sal por encima. Aplasta un poco con un rodillo para que se pegue todo bien. Corta en tiras alargadas el hojaldre.
Paso 4:
Prepara una placa de horno con una lámina de papel vegetal o papel de horno por encima. Dobla las tiras sobre sí mismas –como si fueran un tirabuzón- y coloca encima del papel apretando un poco los lados para que no se despeguen.
Paso 5:
Mete en el horno, previamente precalentado a 200° y asa las tiras durante aproximadamente 20 minutos o hasta que estén doraditas.
Presentación:
Presenta tus crujientes de hojaldre dentro de un vaso de cristal verticalmente… como si fueran los lápices en su bote.