Una merienda con amigos, la celebración de un cumpleaños o una cena de picoteo, puede ser de lo más variada y divertida si incorporas algunas recetas como ésta.
Paso 1:
Corta la chistorra en trozos de unos 4 centímetros.
Paso 2:
Por otro lado pela la patata y cuádrala aproximadamente al ancho de la chistorra. El objetivo es formar un rectángulo cuyo ancho sea más o menos el mismo que los trozos de la chistorra, cuatro centímetros. Por supuesto los trozos que sobren de cada patata, no los tirarás, puedes guardarlos y aprovecharlos para un puré de patatas o cualquier otra preparación.
Con los rectángulos de las patatas, debes hacer láminas lo más finas posible. Puedes hacerlo con mucho cuidado con el cuchillo o el pelador, aunque lo ideal sería utilizar una mandolina.
Paso 3:
Envuelve la chistorra con la patata y pínchala con la brocheta.
Paso 4:
Fríe en abundante aceite caliente hasta que la patata quede crujiente, y escurre el exceso en un papel de cocina.
Presentación:
Sirve tus brochetas inmediatamente en un plato bonito o en una pizarra. También puedes servirlas sin el palo de la brocheta.